En los últimos años las autoridades sanitarias de todo el mundo están alertando sobre un alarmante crecimiento de los casos de miopía entre la población a lo largo de todo el globo terráqueo. Tan rápido está siendo el crecimiento de la miopía que los expertos debaten ya sobre si deben considerarlo o no epidemia. Sea como sea el término que finalmente se use para referirse a este trastorno visual, lo cierto es que ha aumentado notablemente en todo el mundo, también en España, donde a día de hoy afecta a más de un 25% de la población.

La miopía es un problema visual que se manifiesta en la imposibilidad de ver de forma nítida aquello que se encuentra lejos. Entre los 20 y los 40 años de edad, se trata del trastorno visual más típico de la población joven adulta. La miopía es irreversible y, además, es progresiva, por lo que sin un determinado control podría llevar a otro tipo de complicaciones oculares.

El alto crecimiento de los casos de miopía entre la población ha sido objeto de múltiples estudios. Llegándose a diversas conclusiones como que, por ejemplo,entrelos niños de áreas rurales se conocen menos casos de miopía que entre en los que viven en áreas urbanas. Esto, y que en verano la progresión es menor que en invierno, ha hecho a los estudiosos de la materia concluir que el sol (la exposición al mismo) es un gran protector del desarrollo de este problema visual.

La población infantil pasaba antes más horas realizando actividades en el exterior. En la actualidad, sus actividades están más centradas en visión próxima, por el incremento de actividades con nuevos dispositivos tecnológicos (móviles, tablets, ordenadores, etc.). Los jóvenes no salen tanto a la calle, sino que permanecen en sitios de interior realizando esfuerzos visuales durante más horas.

Controlar el avance de la miopía

La miopía no tiene cura, pero se puede prevenir parte de su avance si se controla desde edad temprana. Los padres tienen que controlar la capacidad de visión de sus hijos (típico “no veo bien la pizarra”) y observarlos en diversas actividades para detectar si pueden tener algún problema de visión y ponerle remedio lo antes posible.

Además, está demostrado que las personas que están durante más tiempo realizando actividades al aire libre tienen menos posibilidades de desarrollar la miopía. Un ambiente limpio también ayuda a detener la progresión de esta ya considerada epidemia.

Si aún así se detecta que el niño comienza a mostrar problemas de visión, lo mejor es ir controlando el aumento de las dioptrías y hacer uso de las lentes de corrección para que no se pierda nada de todo lo que le rodea.