Para las personas con gafas, las lentillas son una salvación e incluso un hábito diario con el que convivir. La facilidad de uso, los distintos tipos de lentillas para cada necesidad personal y el precio económico que presentan suponen algunas de las muchas ventajas para personas que dependen de gafas 24 horas al día.
Si te estás planteando el uso de lentes de contacto, ya sea por comodidad o por estética, en este artículo te presentamos las claves sobre cómo usar correctamente las lentillas en todas las variables, desde la elección adecuada del modelo, el uso en cuanto a cómo ponerlas y retirarlas, y el mantenimiento necesario para evitar cualquier tipo de infección ocular.


Tipos de lentillas
Lo primero es realizar una breve guía de todos los tipos de lentes de contactos que existen en el mercado, estas irán definidas lo primero, por las necesidades médicas particulares de cada persona, es decir variarán dependiendo si sufrimos de miopía, hipermetropía, astigmatismo, etc.
Y, en segundo lugar, la elección más acertada de tus lentes de contacto, irá relacionada con el uso que vayamos a darle, de esta forma, podemos elegir entre lentillas rígidas, pensadas para usarlas a largo plazo, entre 6 y 12 meses –las primeras que aparecieron en el mercado y cada vez más en desuso- o blandas. Estas últimas son las más comunes, corrigen todo tipo de afecciones y presentan gran flexibilidad a la hora de su utilización, encontrándonosla de tipo diario, para uso esporádico o deportivo. Las quincenales; pensadas para circunstancias en las que ese periodo de tiempo sea el óptimo, para personas que sufran de sequedad de ojos o que se estén iniciando en el uso de las lentillas y quieran probar.
Frecuentemente, las más consumidas son las lentillas mensuales, por la facilidad de uso y la frecuencia con la que son consumidas. En cuanto a las condiciones de uso entre 8 y 10 horas sería el tiempo de uso óptimo para las lentillas, intentar no exceder esta horquilla es importante y retirarlas antes de ir a dormir para un buen estado de salud de la córnea.
Limpieza
La limpieza y una buena higiene en el uso de lentillas es fundamental para evitar infecciones oculares que deriven en problemas graves en la córnea. Procedimientos que debemos automatizar como renovar el líquido óptico de las lentillas cada día y limpiar el estuche con agua caliente para evitar que se acumulen bacterias es imperativo para que todo vaya bien.
Cómo colocarse y retirarse las lentillas
Un hecho que agobia mucho a los primerizos de lentes de contactos es la colocación y retirada de las lentillas. Existen muchas técnicas que irás amoldando con el uso según tu destreza y predilección. Si comenzamos con la colocación, lo habitual es colocarse frente a un espejo, con la lentilla en el dedo índice de la mano derecha o izquierda, dependiendo si somos zurdos o diestros, tras haber comprado que la lentilla está derecha.
Esto último lo podremos comprobar fácilmente mirando al trasluz, identificando que la lentilla esté redondeada y no en forma de pico, sino está al derecho simplemente colócala en la palma de tu mano, añade un poco de líquido óptico y cógela de nuevo. Tras esta verificación, abre tu párpado con la otra mano, mira al frente y colócala con decisión, tras esto, pestañea un poco para que la lentilla se coloque correctamente.
A la hora de retirarla, el procedimiento será el mismo; colócate frente a un espejo, abre tu párpado hacia arriba con ayuda de tu dedo índice y coloca los dedos pulgar e índice en forma de pinza, utilizando las yemas de los dedos para retirar la lentilla haciendo este ya nombrado movimiento de pinza. Quizás al principio te cueste un poco, pero lo más importante es realizarlo con cuidado sin que las uñas intervengan en el proceso. Si ves que no puedes, descansa el ojo por un momento e inténtalo de nuevo un poco más tarde.
Otra de las técnicas que quizá te resulten más fáciles al principio, es mover con el dedo índice hacia abajo la lentilla, hasta colocarlo en la parte inferior. Una vez allí, podrás cogerla más fácilmente con el movimiento pinza anteriormente descrito. En cualquier caso, trata de no maltratar el ojo, mantenlo hidratado con la solución líquida dada por tu centro óptico y descansa si te sientes agobiado o agobiada con este trámite. En breve y con la práctica todo te parecerá mucho más sencillo y automático.