La pérdida de capacidad auditiva puede perjudicar gravemente la calidad de vida de las personas, es por eso que los audífonos se convierten en un elemento esencial para hacer el día a día de los afectados más sencillo.

¿Qué es exactamente un audífono?
Un audífono es un aparato electrónico que se introduce dentro de la oreja o se coloca detrás de la misma, amplificando los sonidos. Un audífono se compone de tres partes básicas: un micrófono, un amplificador y un auricular (altavoz). El audífono recibe los sonidos a través de un micrófono que convierte las ondas sonoras en señales eléctricas. Estas señales se transmiten a un amplificador que aumenta su alcance y las transmite al oído mediante un auricular (altavoz.
Los audífonos han avanzado mucho con el paso del tiempo y los nuevos avances, se han hecho cada vez más pequeños y discretos. En la actualidad, gracias a las nuevas tecnologías, estos aparatos se han digitalizado, adquiriendo un aire moderno y con infinidad de prestaciones para las personas que sufren de pérdida auditiva. A pesar de lo que pueda pensar parte de la población, los audífonos han avanzado hacia un modelo en el que se busca ante todo la comodidad de la persona que lo utiliza, siendo esta una de las premisas en su fabricación.
¿Cuál es la función del audífono?
Si has sufrido una pérdida de audición neurosensorial, un audífono puede ayudarte mejorar tu audición y comprensión del habla. La pérdida de audición neurosensorial es causada por daños a las pequeñas células auditivas en el oído interno, llamadas células ciliadas. El daño puede ser causado por una enfermedad, la vejez, o por lesiones provocadas por el ruido o por ciertos medicamentos.
¿Cómo mejorar tu calidad de vida con un audífono?
Una persona que sufra pérdida de audición tiene riesgo de sufrir exclusión social, lo que puede derivar en depresión. El simple hecho de escuchar más claramente, comunicarse mejor y participar más plenamente en las actividades de la vida diaria, puede evitar estos problemas.
Un estudio finlandés investigó los problemas emocionales asociados a la pérdida de audición y cómo resolverlos. El estudio descubrió que el 56% de las personas con
pérdida auditiva sufrían los efectos negativos de la pérdida de audición en su vida diaria. Muchos se encerraban en sí mismo y sentían que su calidad de vida empeoraba. El 58% estaba avergonzado y el 64%, se sentía discapacitado. Los audífonos y el asesoramiento pueden mejorar la calidad de vida. Al utilizar audífonos diariamente, más del 30% experimentan mejoras, en el día a día, en tan sólo un plazo de seis meses.
El informe fue elaborado en colaboración con la Universidad Oulu de Finlandia y se basó en estudios previos e investigaciones cualitativas y cuantitativas entre personas de 40 a 84 años.

¿Cómo funciona un audífono?
Dependiendo del sistema electrónico, los audífonos funcionan de manera diferente. Fundamentalmente, hay dos tipos de sistemas son el analógico (prácticamente ya está en desuso) y el digital.
Audífonos analógicos: producen señales eléctricas a partir de las ondas sonoras. Este tipo de audífonos son ajustables, es decir, se adaptan a las necesidades de cada usuario a través de unos trimmers (tornillitos). Este tipo de audífonos esencialmente amplifican todos los sonidos (habla y ruido) de la misma forma. Generalmente los audífonos análogos son más baratos que los digitales.
Audífonos digitales generan códigos numéricos a partir de ondas sonoras. Este tipo de audífonos puede ser programado específicamente para amplificar ciertas frecuencias de una manera selectiva, ya que los códigos generados contienen información sobre el tono y la intensidad de los sonidos. El chip que lo compone se podría considerar como un miniordenador ya que tiene que procesar multitud de señales en tiempos extremadamente cortos. Son considerados “audífonos inteligentes”.
Si tienes dudas sobre qué modelo de audífono te conviene más, debes saber que esto depende del tipo y grado de la pérdida de audición de cada persona. Generalmente, si la pérdida de audición es en ambos oídos, se recomienda usar un audífono en cada oído, pues se conseguirá una señal más natural al cerebro, pudiendo tener una idea clara de dónde vienen los sonidos. Lo más importante es que acudas a tu audioprotesista para seleccionar el tipo de audífono o audífonos que más te conviene, dependiendo de tus necesidades y estilo de vida.
Debes tener presente que, desafortunadamente, un audífono no restaurará la audición perdida, pero la persona que sufra de pérdida de audición, con el tiempo y la práctica, podrá reconocer con mayor facilidad los sonidos y su origen, mejorando así notablemente su calidad de vida.