La audición es una capacidad muy importante para el ser humano y su comunicación con otras personas a lo largo de su vida. Por lo que debemos cuidar nuestros oídos con mucha atención durante todos los días.
Con el paso de los años, es prácticamente inevitable que perdamos capacidad auditiva, aunque lo que sí debemos tratar hacer es minimizar los daños que puedan afectar directamente a nuestro oído.
Por ello, para que la deficiencia auditiva o sordera no sea un impedimento con el que tengamos que luchar en el futuro, es necesario llevar a cabo una serie de hábitos que protejan nuestra salud auditiva, los cuales deben aplicarse a diario y desde pequeños si es posible.


A continuación, os damos 3 consejos para evitar problemas de audición:
1. Evitar la exposición a ruidos demasiado altos.
Nuestra salud auditiva esta estrechamente relacionada con los factores externos a la que la acostumbremos. Aunque pueda sonar como algo de sentido común, a diario estamos expuestos a una gran cantidad de estímulos auditivos, los cuales superan los 80 dB, como puede ser el sonido del tráfico o escuchar música con nuestros auriculares al máximo.
Además, hay ciertos lugares de socialización, como son los estadios deportivos, discotecas o teatros, en los que el sonido puede llegar a ser muy alto.


Por lo que debemos tratar de evitar estas situaciones o poner barreras que rebajen estos decibelios, como puede ser utilizar auriculares los cuales no se introduzcan en nuestros oídos y utilizar tapones en lugares con un ruido muy alto.
2. No introducir nada en el oído.
A diario introducimos objetos en nuestros oídos, ya sea debido a un picor molesto o para la limpieza de éstos. No es aconsejable introducir ningún tipo de objeto en el oído, que no esté pensado para esta finalidad.
Ya que muchas veces al utilizar bastoncillos, los introducimos demasiado profundo en el canal auditivo y podríamos dañar el tímpano. Si esto ocurre, podemos sufrir un gran problema de audición o incluso sordera.
3. No aplicar ciertos líquidos en el oído.
Estamos acostumbrados a escuchar, que la utilización de ciertos líquidos es buena para la limpieza y cuidado del oído, pero no es así.
Lo que ocurre es más bien todo lo contrario, ya que algunos de los elementos con los que están elaborados estos productos, podrían provocar algún tipo de infección en el interior del oído. Ejemplo de estos líquidos son el agua oxigenada, aceites minerales o cualquier tipo de solución salina.


Sigue estas recomendaciones y consejos para cuidar tus oídos lo máximo posible y así podrás mantener tu nivel de audición durante mucho más tiempo.